Aullamos, aullamos, aullamos, auuuuuuuuuuuu



viernes, 30 de diciembre de 2011

dosmilonce se larga

La linea está difusa. La causa: una terrible confusión del alma. Lo intentamos, fuimos valientes. Tú aún no lo sabes pero... me salvará de ti. Nos enfadaremos porque se habrán agotado las cerillas y yo te odiaré por fumar tanto. I no sap on ha deixat les claus del seu petit gran univers. Lo dejo todo para dedicarme exclusivamente a la papiroflexia. Le saqué la lengua y ella me devolvió la jugada. Vivo con miedo de abrirle la puerta a un nuevo personaje y que me salude con una bofetada y se acabe el mundo. Dulce renacimiento. Grace se puso bien el vestido de topitos rojos y salió a leer una revista de moda a la terraza. Nadie te asegura que mañana no se te aparezca Dios y te mande a un convento o que caigas en un bovarismo profundo a causa de una frustración que ni si quiera tenías presente hace dos días. Es que las pretensiones nos inundan, al igual que los castillos mal planificados y lo único que nos puede reconfortar es que no estamos solos en esta lucha y fascinación por la vida. Hablando de mi verdadera y justa vida que Dios me prometió. Nostalgia inmediata y crusanes de chocolate para combatir la vida, que es muy puta y hoy me cuesta acostumbrarme. Está todo patas arriba, las almas se han vuelto majaretas. Nunca he hablado más en serio. Dice que cuando se funde entre la multitud ya no le importa nada y le importa todo. La que hizo el recuento equivocado de las rayolas de su habitación y no acertó en cual estaba escondido el tesoro. Soy la reina de las plantas carnívoras y he venido a comerte la pierna derecha, no temas, pecador, sin pierna se vive mejor. Mientras fumaba, escribía con mala letra verdades que luego le parecían mentiras. Tiene el cabello dorado y siempre se lo tiene que estar apartando de los ojos. Durante esta ausencia, en el momento en que nos llenamos de introversión, se nos inunda el alma en una pena líquida, de un naranja grisáceo que podría confundirse con el cielo nocturno de nuestra bella Barcelona. Cuando despertaba le dolía la espalda y cuando se pasaba la mano por encima notaba las huellas de dinosaurio. Me contó que podía intuir un ser embalsamado por aquel paisaje y sus aromas, dejándose llevar por esas letras que siguen una matemática perfecta y fusionándose con la sublimidad de la ciudad y la belleza de los textos (o tal vez era bella la ciudad y sublimes los textos). Vivíamos en aquella ventana sobre el canal con ese vivaracho italiano que decía ser pariente de Rossellini. Lideras la paz y contrabandeas con inocencia. Ella, que está en pleno viaje iniciático, ha aprendido ahora a aprovechar su aura mágica para robarles las almas a los vagabundos de la ciudad de la vida. Hemos cambiado, hemos errado pero nos queremos. Y luego el elefante viejote salió volando con sus orejas como alas silbando el himno americano. Por suerte las estaciones van y vienen, y aunque cada vez estén más chaladas, como nuestra civilización, nos dan pequeñas alegrías, porque somos muy fáciles de contentar y al igual que diosito erró con lo de los ríos sangrientos vaginales, también acertó con la rotación de los planetas. Libertad es poder ver la luna cada noche. Desinformado vivo mejor y sino le doy al vino. Es la bañera en que la pequeña Lulú reinventaba cuentos de sirenas. Contra el nihilismo lubricante social. Siempre nos quedará ir sin sostén.


Cada frase és una partícula de déu. Demana-li explicacions.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Textos malos para no dormir

Soy el resultado post-coito de Anne Bancroft y Miguel Hernández. Odio las Blackberris y los Iphones de los cojones. Me obsesionan los sesenta y Kurt Cobain. Celebro Santa Amélie. Un hombre, cuanto más yonki más atractivo. También odio el rencor y la venganza, por eso miro Gossip Girl. Estoy enamorada de un judío que se junta con lesbianas. Este. Y de ella me enamoré antaño. No sé escribir sobre nada que no sea yo, porque soy una jodida egocéntrica. La droga es buena, temer a la muerte no es bueno. Hay que dejar sonar el teléfono para poder ir corriendo como si el diablo te fuese a atrapar en el último ring-ringazo. Y sí puede ser, tírate al suelo sin miedo a partirte un brazo. Sin feisbuc eramos todos más felices. Ahora los amaneceres no son más que 5megusta. Soy una viajera del tiempo atrapada. La insatisfacción se traslada al abuso. Y la frustración se va con el aire. Siempre nos quedará ir sin sostén.


Alejada del murmullo,
las hostias vienen y van,
Júpiter y Venus se esconden
y luces de navidad.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Vaginas

Contra el nihilismo lubricante social. Max sale corriendo bosque a través. Las notas musicales de la canción son la luz de un cuadro impresionista. Su letra es la historia del recuerdo de un lugar repleto de cuentos chinos -aunque sólo uno sea digno de mencionar- o es la viva imagen de un rostro que ahora te invita a adentrarte en sus aterciopelados lloros. Estamos en la lista de la fiesta. Desamor de lunes, absenta de martes. Vida de gato, ronronea que ronronearás. This is life. La esquizofrenia crece y la soledad del náufrago cicatriza. No hay veneno en la melancolía. Tú dices que tenga cuidado con mi vagina, pero no sabes que poniéndola al sol luego folla mejor. Te he hecho una capa de purpurina con una cortina y cuatro áureos polvos de ayer. Póntela sobre tu cuerpo desnudo y no te verá nadie subir al terrat. Lo natural es volverse pálido mientras él canta. Yo aún conservo las arrugas de mi vejez, ahora, en mi inmediata dramática juventud. Dulce diciembre, enamorada me tiene enero. Fíjate, esa es la melena de la que te hablaba. Acompáñame a la guerra, que a ti se te da bien empalabrar, el mundo está malito como cuando Pikachu pierde un combate. Siento decirte que tal vez abandone la causa por despecho y las lucecitas del árbol las acabarás de poner tú, siguiendo la trayectoria que yo te marqué con el dedo. Parpadea la cocina y la corriente eléctrica fallaba esta mañana. Aquí, ni rastro de hojas amarillas, los árboles están más solos que la una. Sigo recopilando papel Albal en contra de la voluntad de la NASA. Anhelo el turrón hasta el punto más psicópata de mis entrañas. dos. o tres.

Therese Berard, Pierre Auguste Ronoire

domingo, 11 de diciembre de 2011

Flores pisoteadas y pis



Enrique guarda en un cajón pinceles y algodón. Algunas veces tienes que hacer algo imperdonable para poder seguir viviendo. Sobre doncellas de rostro pálido y caballos que pisan las flores de su jardín. Bajo los rayos lunares y los rostros gatunos un ejército de sociedad/suciedad, esa que se divide entre dos tierras, los que gozaron El árbol de la vida (y estuvieron al borde del abismo divino) y los que no. Y yo, como soy muy nazi, a la mitad la descarto. Los otros me traen loca. Hoy que es de día pero la luna aún sigue ahí he trasladado la bañera a mi habitación. Sumerjo mis sentidos. Aún así, el sonido de las grietas llega con distorsión a mi cuerpo, esa momia de dedos arrugados. De las grietas sale vegetación. Todo se vuelve menos casual pero más natural. Nos solemos empeñar en negar a las burbujas su función fugaz de cubrir un cuerpo que se pone en pausa. Es la bañera en que la pequeña Lulú reinventaba cuentos de sirenas. Hoy otros placeres de panda, pezones y pececito. Huellas de gritos de romances corporales. En la línea que separa su barba y el ojo derecho, una pequeña manchita que pide a voces unos labios que sirvan de cuentatiempo, escondiendo los latidos. Un guitarrazo y el despliegue del dolor. Mato a cualquiera y si tiene nombre también. Éramos tres en el autobús y una comía mandarina. Mientras tanto yo, embovariada de nuevo, vuelvo a leer Nada.