Las luces cubren nuestro estúpido mundo

Ya se puede respirar el ambiente navideño... Es hora de olvidarse de la crisis y coger el carro más grande del supermercado más inmenso para llenarlo hasta que se caigan las cosas por los pasillos, o eso dice Coca Cola. Yo, dentro de mis contrariedades, odio el consumismo, pero me pone de tan buen humor... siempre están en conflicto mi parte más sensata (sí, existe) y mi parte más...como diría? inconsciente. Quiero ir al Carrefour, observar la sección de libros, la de cds y luego la de Barbies. Quiero coger un paté especial y los minihuevitos de codorniz. Son unos días que mi cuerpo está en plena armonía. Será porqué el reloj ya no me importa. En navidad escucho a los Pereza, sí, para mi son muy navideños con su estrella polar y esas cosas. Llevo bufanda y mi abrigo más largo. Decoro toda mi casa con la ilusión de cuando era enana (aunque lo siga siendo^^) pero flipándome como si fuera Lyona o una gran diseñadora de interiores. Provablemente vea alguna de HSM que me pongan en Cuatro. Hace frió ahí fuera, sí, joder, hace fríooooooooooo! y me gusta, no, joder, me encanta. Regalos, regalitos... aaaaaaaaahhhhhhhhhh, adoro la navidad! que poquito queda... y que fugaz es...