Aullamos, aullamos, aullamos, auuuuuuuuuuuu



domingo, 27 de diciembre de 2009

AMISTAD

Iban cogidas del brazo y hablando del nuevo vestido rosa brillante. Se pararon delante de un escaparate de ropa cara, muy cara. La modelo de la foto tenía aires de muñeca de porcelana. A ella le asustaban las muñecas de porcelana, y los payasos. Su amiga se rió, porque ella adoraba las muñecas de porcelana y le entusiasmaban los payasos. Una le mostró lo bonito que estaba el cielo de ese color. Las dos se quedaron embobadas mirándolo. La brisa era fría, tremendamente fría, de esas que te dejan la nariz roja roja roja. Ella tenía una bufanda larga de lana y su amiga tenia la misma de color distinto. Pasaron frente la cafetería más chic de la ciudad y ella le soltó el brazo para pegarse al cristal. Estaba ahí, "¡Mira!", era el camarero más sexy del planeta. No competían el gusto por los chicos, pero él... Después disimularon un poco, igualmente ya las había visto como dos taradas pegadas a un cristal. Entre risas salieron disparadas a buscar el cine más cercano. Una quería una comedia, la otra una romántica. Decidieron ver la más bestia que estrenaban. Aquella tarde no se repitió. No volvieron a ver una película de acción juntas. Ya no comían batidos y palomitas. Ella pensaba en su amiga. No se despidió. Decidió morir en vida. Su madre lloraba. Su padre le gritaba. Su cuerpo le pedía auxilio. Se miró al espejo y lloró, lloró hasta caer rendida. Entonces ella llegó, llegó a tiempo, pasó al cuarto de baño y le dio un abrazo. Le susurró al oído: "Te ayudaré pero antes tienes que ayudarte tú misma, te quiero".

No hay comentarios: