No es tan difícil encontrar un ratito de felicidad. Para unos es el placer de tomarse un café, para otros, encontrar la combinación que consideran "perfecta", y para muchos otros, un abrazo de un ostito de peluche enorme con el calor sospechosamente humano. No nos hace falta un camión lleno de chocolate, no pedimos un amor como el de Bella y Edward, no necesitamos encontrar el trébol de cuatro hojas (aunque no estaría mal). Pedimos más de lo que necesitamos. Somos ambiciosos, soñamos, queremos más. Eso está bien, joder. Pero eso es porque "tú i jo mai ens em banyat al mar" como dicen los Manel. Pues ¿qué mejor que bañarse y recordar lo maravilloso que es?
1 comentario:
y tanto! sobretodo a las 8 de la tarde cuando no hay nadie solo una puesta de sol increible y una tranquilidad perfecta para pasar u maravilloso dia en la playa...quiero q sea verano ya!
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