Una vez esfumado el momento del hecho, el recuerdo sabe incluso mejor que aquel estado fatídico y a la vez orgásmico producido en tu organismo. Almacenamos recuerdos como tesoros. Y gracias a ellos y el ansia por acabar la colección con las mejores joyas, seguimos vivos. El problema es que los románticos acabamos siendo esclavos de ellos en el día a día, y cuando llega el momento de la verdad, escapamos de alguno de ellos, el que ya predecíamos y anhelábamos. En cambio, resistimos al más profundo sentimiento de impotencia y conseguimos llegar al éxtasis.
ALONEALONEALONE. Soy una india indie que habla en plural para disimular.
1 comentario:
Preciado dia que decidistéis ir a l'Starbucks!!!!
Quando quieres algo, acabas consiguiéndolo ;)
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