Justo habían acabado de dejar preparada la cena aunque sabían que esperarían con ansia el postre. Ella observó el sol esconderse entre las montañas desde la ventana. Él cogió su mano y la llevó al cuarto más cálido y pastel.
Entonces ella empezó a leer la Cuore y rompió todas las fotos de Sara Carbonero y tiró los trocitos al suelo. La habitación se inundó de carne, melenas morenas y bikinis azules. Él aprovechó para leer la revista sin que ella le soltara un "¡maruja!" de los suyos ya que estaba sumergida en su furia momentánea. Entonces, su hermanito pequeño interrumpió la escena entrando en la habitación con un chillido seguido de un gruñido creyéndose un león. Iba vestido con un traje del rey de la selva muy suave y descolorido. Saltó en la cama hasta ser atrapado por las manos de él que le sacó en volanda de la habitación. Pudieron oír el portazo que pegó el niño al salir como un cohete a lucir su traje por el bosque frondoso que rodeaba su pequeña casita.
Se arañaron, se mordieron, escalofríos, rompieron a llorar, chillidos, se mataron y resucitaron.
El chiquillo volvió a casa con cuatro rasguños y empezó la cena por el postre.
3 comentarios:
hace falta que lo diga?
me gusta :D
hola! :)!
he leido un par de paginas de tu blog, y me han encantado los textos, me imagino qe son tuyos, si son tuyos, tienes una imaginacion increible!
bueno, me pasaba, para decirte, qe he entrado en el mundillo este de los blogs, y la verdad esqe estoy entusiasmada, asi qe te invito a mi blog; http://becomemyworld.blogspot.com/ pasate, si qieres hazte seguidora!
prometo no defraudar a nadie.
Este texto me ha tocado la fibra especialmente. No sé si es porque yo hoy estoy sensible o esque cada dia te superas más con tus textos...supongo que por las dos razones. Preciosa!
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