Aullamos, aullamos, aullamos, auuuuuuuuuuuu



sábado, 28 de agosto de 2010

¿Dónde está Willy?

Suelo sentirme egoísta y no me consuela saber que tú no te sientes igual a pesar con tus excesivas excentricidades. Tampoco me consuela saber que para ti soy especial. Muchos estamos en lucha permanentemente por conseguirlo sin logro alguno excepto algún momento álgido que tan sólo lo pretende simular. Te he dicho muchas veces que no soy especial, soy espacial. Menos me consuela saber que en las películas de instituto la chica rara y que nadie quiere acaba enamorando y conquistando al más popular y cañón. Ni saber que utilizáis ese mismo concepto de "rara" para hablar de mi persona y que acabéis con una expresión de asco-quehifarem! en vuestra cara. Aunque tampoco debería molestarme mucho ya que eso debería engrandecer mi ego y así que esa carrera que emprendo todos los días pueda contemplar de cerca un sprint pero no el final. El pesimismo inunda mis entrañas de rabia. Y entonces aparece la amapola en el campo de lirios. Una única amapola entre tantos lirios de ese gran campo. Vivir entre lirios puede llegar a ser divertido si te camuflas como uno más pero hay un día que te pica todo el cuerpo y tienes que quitarte el disfraz. Te conviertes en giraluna y huyes lejos de ese campo con la amapola que también se convierte en giraluna a la luz de la señorita más envidiada de la vía Láctea. Y es entonces cuando te sientes consolada por unos pétalos blancos y decides continuar haciendo el sprint para intentar llegar a morder la manzana incluso con los ojos vendados.
El giraluna-Sidonie La historia que contaré a mis hijos antes de que sean unos adolescentes estúpidos

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