MIAU, en descuidos crearemos universos

Tenía los ojos cerrados muy muy muy fuerte. De repente los abrió y se encontró sentada en el suelo de su habitación, frente a su libreta, bajo una luz tenue, rodeada de un aroma de jazmín.Y volvería a hacer lo mismo de siempre: escribir todo aquello en la maldita libreta. Pero esta vez no lo haría. Quería, ¿porqué no iba a poder? Quería que todo aquello fuese real, quería ser la chica de sus historias, la chica que vivía en armonía con la vida sin sentirse vacía por dentro.Quería algo más, no quería volver a tener esos días en que se sentía pequeñita y su libreta se llenaba de absurdas críticas a la sociedad o al plátano del frutero.Entonces volvió a cerrar los ojos muy muy muy fuerte.Y los abrió esperando algo mágico. Algo que no pasó. Pensó que dejaría de creer en la magia.Fue un pensamiento inútil. No podía. No tendría sentido seguir escribiendo en aquella libreta. Comprendió que todos los días no son mágicos, pero los que lo son, todo lo que sucede en ellos tiene un grado de belleza espectacular.Luego comprendió que los días que no son mágicos también tienen pequeños momentos mágicos y bellos.Y entonces decidió escuchar Love of Lesbian y deseó ser una niña imantada.