Hoy soy fea como un caballito de mar. El mundo está repleto de sombras y algunas esperan tras las esquinas para dar un paso tras el mío. Se oyen corretear gatitos fantasma en el pasillo. El vómito sigue siendo una amenaza. Vomito, vomito, vomito. El dolor viene de mi huesudo desorden. Y las peleas de unicornios siempre son sangrientas. Penetro en la armonía de la encantadora Barcelona pero la angustia vuelve a provocarme el vómito. El vértigo amenaza con desequilibrarme. Me tambaleo, me tambaleo, no vomito. Cuando cae la noche soy un animal invertebrado. Hoy renuncio al tacto y a la fusión tóxica, se ha nublado mi visión. No tengo fuerza en las piernas así que tendré que permanecer tumbada en el suelo frío. No te asustes querida, empezaremos a beber agua fría para ocultar el frío sudor. Volvemos a estar en tierra de nadie, como ayer, cuando éramos otras capullas. Papi, vuelvo a casa. Ma, dame dinero para un helado. Sangro ansiosa pero confieso felicidad. La gloria es no tener nada, la mayor ventaja de la juventud. Cuando ésta pasa, mejor tener una casa. Y yo, con mi ornitorrinco a cuestas, hago las maletas y me voy al exilio abismal. Justo y necesario.
2 comentarios:
potente
cachonda
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