
Sí, a mi también me gusta el olor a tierra mojada, la lluvia, las nubes, la luna, criticar a la SGAE, el pop art, ser bipolar, dormir cinco minutos más, explotar las burbujitas de plástico, andar descalza, las frases del APM, béberme un vaso de leche con Colacao (realmente es Nesquik) antes de ir a dormir, y si puede ser un vaso de los de la abuela, sí, muy a lo vintage, está de moda. Esto es un mensaje para el señor feisbus: está usted arruinando a los que nos creíamos los últimos románticos y nos lamentábamos por ello pero a la vez disfrutáramos de nuestra singularidad. La avalancha de las/los Amélies que adoran los pequeños detalles es cada vez más bestia. Ai ai ai, que voy a tener que sacar de la butxaca mágica (de la cual me acabo de hacer fan) mi teoría de los grados. Tú no eres un romántico, eres gilipollas. ¿Y tú lo eres? Sólo lo pretendo. Pues no me vale.