Aullamos, aullamos, aullamos, auuuuuuuuuuuu



martes, 20 de marzo de 2012

Las vulpes




Vais a morir al igual que lo hice yo. Y será un día de esos que el sol molesta a los ojos pero las nubes lo tapan dejando un brillo acaramelado como aura apocalíptica. Seguro que no será un domingo donde las calles estén tristemente pisoteadas por los fantasmas de vaqueros que en su día fueron los mejores pistoleros. La sangre brotará de los ojos y después de la nariz. Se irá enzarzando el camino hacia la montaña donde fui crucificado. Ellas, a los pies de la cruz, morirán disecadas, vacías de líquido interno tras llorar y llorar. Dejarán sus fundas de piel y huesos al sol y echarán a correr montaña abajo, una incluso rodará por la tierra marón manchando su pantalón. Y luego volverán a pasar por el túnel que separa las estaciones de luz a las de oscuridad en busca de una nueva corrupción. Santa María Buena, mártir. Se encargará de mi funeral el diablo, habrá cánticos profanos y cerveza gratis para todos. Ahora sangro por la boca, he sacrificado un rinoceronte. Me arrancaré los ojos, siempre sé quedar bien con Dios y con Satanás.


1 comentario:

Manuel R. dijo...

No se puede estar en misa y repicando. Por lo demás, nada que objetar.
Un saludo.