Aullamos, aullamos, aullamos, auuuuuuuuuuuu



martes, 20 de marzo de 2012

Las vulpes




Vais a morir al igual que lo hice yo. Y será un día de esos que el sol molesta a los ojos pero las nubes lo tapan dejando un brillo acaramelado como aura apocalíptica. Seguro que no será un domingo donde las calles estén tristemente pisoteadas por los fantasmas de vaqueros que en su día fueron los mejores pistoleros. La sangre brotará de los ojos y después de la nariz. Se irá enzarzando el camino hacia la montaña donde fui crucificado. Ellas, a los pies de la cruz, morirán disecadas, vacías de líquido interno tras llorar y llorar. Dejarán sus fundas de piel y huesos al sol y echarán a correr montaña abajo, una incluso rodará por la tierra marón manchando su pantalón. Y luego volverán a pasar por el túnel que separa las estaciones de luz a las de oscuridad en busca de una nueva corrupción. Santa María Buena, mártir. Se encargará de mi funeral el diablo, habrá cánticos profanos y cerveza gratis para todos. Ahora sangro por la boca, he sacrificado un rinoceronte. Me arrancaré los ojos, siempre sé quedar bien con Dios y con Satanás.


miércoles, 7 de marzo de 2012

Nosotros los animales

Nosotros los tontos hemos pensado en dominar el mundo tras una mala lectura de la existencia humana. Nos aferramos a nuestro discurso. Me importa un cojón si es nuevo, no lo es, es bonito, es jodidamente provocador de pequeños suicidios momentáneos del alma. Nosotras las gafotas proclamamos a los cuatro vientos que nos gustan los guapos por su intelecto y sus narices. Ella promiscua del copón no se deja imaginar tras salir de las cuatro paredes de la habitación del revoloteo carnal. Ellos bellos se alían con las aceras que no renuncian a una calle estrecha dónde viven los de ojos felicianos bajo el efecto de la espuma. Nosotras las hermanas conversamos con Dios bajo una forma abstracta de unos cuerpos sin peso al que aferrarse para andar. Nosotros los mortales gastamos la vida en tres caladas. Tu cuerpo de hombre con curvas de adolescente trata de aferrarse al mío, sabes que lo tienes pero no lo posees. En este juego de calor corporal el miedo de nuestras almas terribles nos vuelve a llamar perdidos y humanos. Lights will gide you home y la luna está muy llena.