Aullamos, aullamos, aullamos, auuuuuuuuuuuu
viernes, 8 de octubre de 2010
Solía llamarle sueño... ahora me lo fumo
He pensado que no tengo nada lo suficientemente valioso como para llorar cuando se inunde mi querido piso del Eixample. Veo desde el balcón a los guiris abrir la boca cuando se encuentran la señora Sagrada Família entre grúas de repente. Vivo entre ropa por el suelo, platos por lavar, mandos rotos, wifis imposibles, avlanchas de gente que pega codazos en el metro y vecinos chillones. Pero yo pido que lluevan cuchillos sangrientos y que ir descalzo sea de lo más natural por las calles esfaltadas. También le pido a Alex que me cante Cornerstone mientras me lamento por mi adicción a los pelos afros. La belleza está invadiendo mi vida de manera obsesiva y asquerosa y me estoy empezando a aterrorizar por sentirme así de jodidamente excitada pero violenta ante ella. Y decido adentrarme en ella y recorrer las calles malolientes pero maravillosas de otra de mis obsesiones, Barcelona. Antes he imaginado un bebé subiendo por el sofá y acababa sentado en el pub, mamatierra llama? hahahahahaha (por cierto, he decidido reírme a lo modernillo). No me he acabado las patatas fritas. Puto Willy.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Andar descalzo es genial :)
joder, todas estamos teniendo sobredosis de belleza, q jodido
hahahaha me encanta ( a lo modernillo)
Publicar un comentario