Barcelona, un pisito antiguo con papel de estampado retro en las paredes, una pecera con un pececito naranja nadando sin rumbo (o sí), un par de sillas incomodas, un póster de James Dean en la pared, una luz de color azul, incienso en cada rincón de las pocas habitaciones, jarrones multicolores de barro hechos a mano, un gato de la fortuna, montones de ropa y zapatos por el suelo, dos botes de nocilla sin empezar y uno medio gastado, un toca discos y al lado el nuevo disco de Sidonie de vinilo, un sofá de color rojo, una radio antigua con interferencias, un gato negro y con un ojo blanco intentando alcanzar la pecera... (suspiro)
Hoy es uno de esos días que soñar me produce un placer más grande que pensar en la realidad. Puestos a estar rodeada de desconocidos, tal vez sería mejor que estos desconocidos fuesen nuevos.
1 comentario:
Son tiempos difíciles para los soñadores..
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