Aullamos, aullamos, aullamos, auuuuuuuuuuuu
miércoles, 11 de marzo de 2009
Sobre el suelo de París...
Sociedad insensible que no ve más allá de la calle de enfrente. El romanticismo está en el aire pero nadie se para a coger un poco y guardarlo en un frasquito de cristal para tenerlo en el rincón más íntimo de su pequeña habitación. Cassandra notó esa presencia a su alrededor. La sonrisa inundó su cara donde brillaban unos misteriosos ojos camaleónicos. Ella era la única que lo notaba. Estaba rodeada de gente con prisas alterados por sus propios pensamientos inquietos. Adoraba esa gente tan distinta a ella, adoraba esa brisa que presentía en sus manos donde lucía unas uñas rosas como la pared de su habitación. El viento era multicolor. Cassandra rió sin parar...
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